Imagínese un hermoso caballo castrado gris de cinco años cuyo dueño es un granjero y lo usa para reunir su rebaño de vacas. Lo saca del cubículo, salta a pelo, le da una patada en las costillas y se va al galope.

En un mes, ese caballo ha tirado de ambos tendones delanteros. Se necesitan tres meses de descanso y otros tres meses de rehabilitación lenta, además de las costosas facturas del veterinario, para que vuelva al trabajo.

Esta historia real es un ejemplo extremo de lo que sucede cuando a un caballo no se le facilita el ejercicio arduo con una rutina de calentamiento adecuada.

La caminata

La fase vital de la caminata es a menudo apresurada por los ciclistas, que la encuentran aburrida. Pero, al igual que las personas, los caballos necesitan tiempo tanto mental como físicamente para prepararse para un esfuerzo intenso.

Cada caballo es diferente, pero una buena regla general es comenzar caminando con un caballo más joven entre 5 y 10 minutos y uno mayor durante 10 o 15 minutos. 'Mayor' sería un caballo en su adolescencia y en adelante.

Caminar es una forma suave de activar sus músculos, tendones y ligamentos, que son elásticos. Los músculos deben calentarlos antes de estirarlos. De lo contrario, se romperán y romperán.

Además, los vasos sanguíneos del caballo comienzan a ensancharse, lo que permite que llegue más oxígeno donde se necesita para un rendimiento óptimo.
Quieres una caminata enérgica con un sencillo paso de cuatro tiempos. Anime al caballo a usar su parte trasera y comience a balancear su lomo.
Conduzca en líneas rectas o en círculos grandes y agregue trabajo lateral, como flexión de piernas y hombros hacia adentro, para flexibilizar sus articulaciones, así como sus músculos y tendones.

El trote

Comience colocándose al trote para permitir que el lomo del caballo se caliente y avance a un ritmo sólido.
Inclínelo hacia la izquierda y hacia la derecha, montando serpentinas y círculos grandes, e incluya los mismos movimientos laterales arriba para relajar su cuerpo.

Una vez que esté relajado y responda a tus ayudas, estará listo para galopar.

El galope

Pida pasos de gigante en un galope de trabajo activo y siga su movimiento con un asiento suave. Por favor, no pida recogida en esta etapa, pero anímelo a que se redondee el cuello y la espalda sin caer sobre su derecha.
Agregue transiciones entre los tres pasos para hacerlo flexible y alerta a sus señales mientras comienza a poner más peso en su parte trasera.

Su caballo ahora está calentado y listo para comenzar ejercicios más exigentes.

El enfriamiento

Enfriar a su caballo le ayudará a mantenerlo sano y salvo. Después de su entrenamiento, camine de 5 a 10 minutos para relajar sus músculos cansados ​​y dejar que recupere el aliento. El oxígeno que se desvió al músculo esquelético ahora puede regresar a los órganos que recibieron menos durante el trabajo intenso.

Los caballos son socios muy dispuestos, pero debemos ser justos y crear buenas condiciones de trabajo para ellos. El desarrollo de rutinas adecuadas de calentamiento y enfriamiento equipa los cuerpos de nuestros compañeros equinos para rendir al máximo con una mínima posibilidad de lesiones.